LA ACTITUD DE CINTA NEGRA
Cada organización o escuela utiliza diferentes requerimientos para graduar cinturones negros, pero, hay un requerimiento intangible e inamovible para todo el que aspira ser cinta negra, sin importar el sistema u organización, y es LA ACTITUD.

El cinturón negro puede tener muchas cualidades y habilidades físicas y técnicas, pero lo que más lo destaca del resto es la ACTITUD, en mi escuela uso el término actitud de cinta negra, es esa actitud de serenidad y sabiduría, pero que también es fuerte e inquebrantable, es el cinta negra ese ser humano que a recorrido un largo camino y que al convertirse en cinta negra lleva como estandarte de su actuación el esfuerzo, la constancia, el sacrificio y la disciplina. El cinta negra no lleva su cinta al trabajo o a la escuela, pero siempre actúa como cinta negra, la actitud de cinta negra no se olvida fácilmente.
Si eres un cinturón negro debes sentirte orgulloso, contrario a lo que se piensa, son muy pocos cintas negras en el mundo de las Artes Marciales comparado con el número de practicantes que existen y que han existido. La perseverancia es el distintivo de un cinta negra, la frase que dice: "un cinta negra es un cinta blanca que nunca se dio por vencido", es muy cierta, pero no le hace justicia al camino recorrido para ser un cinturón negro, pues solo quienes han llegado al él saben su verdadero valor y significado.
Cualquier practicante de Artes Marciales debería aspirar al cinturón negro y trabajar diligentemente para conseguirlo, eso lo convertiría en una persona totalmente diferente, le daría la actitud de cinta negra, la actitud que lo llevaría más lejos en su trabajo o escuela, la actitud que lo haría mejor persona, la actitud que lo haría mejorar en todo.
Más allá de todo cuando veo a un cinta negra siento respeto y admiración, pues reconozco el camino recorrido, nunca se debe restar valor a una cinta negra, jamás se debe perder la actitud y el esfuerzo que se requiere para llegar ahí, a donde inicia el camino del entendimiento.